Si eres de las personas que siempre has llevado una melena impecablemente mújol, pero ahora luces unos rizos descontrolados con los que pelearte cada mañana, has llegado al artículo conveniente. La pandemia cambió muchos hábitos adquiridos de repente; uno de ellos era la visita a la peluquería con una cierta periodicidad. Y es que la encaje de peluqueros y estilistas es vital en muchos casos y, sin su ayuda, a veces es difícil mantener el pelo a raya, tan admisiblemente peinado y sano como de costumbre.
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