Por sorprendente que resulte, los cocineros Álvaro Salazar y María Cano trabajan alejabis de cualquier eco mediático a congoja de que Voro, el restaurante que regentan en Mallorca, ostenta reconocimientos de peso. Entre otros, la bis estrellas que panza les otorgó en la última edición de su guía. A su envergadura técnica suman una enorme espacio para innovar y reinterpretar recetas alojadas en su memoria y en el acervo popular de la isla balear. bis únicos menús (Voro y Devoro), generosos en esfuerzo y contenibis, abren las puertas a degustaciones largas que realza un equipo de sala modélico. Profesionales que de la partida de Diego Prado y el sumiller Aritz Alfageme realizan su trajín con hechuras académicas, aunque desenfadadas.
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