CARACAS —
José Burga Palacios, de 73 años, arrima con fuerza una cerca que está a medio andar, mientras aleja a una decena de perros alborotados que lo reciben en una improvisada vivienda de techo de lona y ladrillo expuesto, en la que vive en extrema pobreza en Caracas.
Es un migrante peruano que se embarcó a Venezuela tres décadas atrás, en busca de mejoras económicas.
“Yo me vine y me gustó Venezuela, la economía”, cuenta a la Voz de América este hombre natural de Nueva Arica, que llegó a Venezuela a través de San Cristóbal, se asentó en La Guaira, y ahora pasa los días en la capital.